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Periplo Guatemalteco: Conociendo su Diversidad en un Viaje de Adquisiciones, Conferencia de Bibliotecarios y Mucho Más (Julio 2017)

Hacía tiempo que ansiaba...

Hacía tiempo que ansiaba viajar a Guatemala: país de una diversidad cultural, paisajística y lingüística asombrosa. En Guatemala todavía se hablan 24 lenguas indígenas, el 41% de su población es indígena y su biodiversidad, con 14 regiones ecológicas, abruma por su belleza; de la selva en la región de Petén donde se encuentra el yacimiento arqueológico de Tikal, a sus costas pacífica y atlántica y las zonas altas de su interior con volcanes y el lago Atitlán. Este viaje a Guatemala fue posible gracias a la invitación de la Feria Internacional del Libro en Guatemala (FILGUA) donde participé en un taller para bibliotecarios y pude adquirir materiales para la biblioteca de la Universidad de Albany donde trabajo.

Mis primeros días de viaje fueron en Antigua (ciudad colonial Patrimonio de la Humanidad) en compañía de Walter Little, catedrático de Antropología Cultural de la Universidad de Albany. Les recomiendo vivamente realizar un viaje con un profesor de su universidad. Es una ocasión única para observar cómo llevan a cabo sus investigaciones. En el caso del profesor Little, su trabajo se ha centrado en los negocios mayas analizando con detalle los mercados y la conexión con aspectos como la globalización, el turismo y cuestiones de identidad cultural.
Antes de llevar a cabo un viaje de adquisiciones, siempre pregunto a los profesores y estudiantes sobre temas y títulos de su interés. Mi selección de materiales en las ferias del libro y librerías está guiada en gran medida por las sugerencias que me han enviado previamente. En esta ocasión, tuve la oportunidad de seleccionar material junto al profesor Little por unas horas. Acudimos a la Librería la Casa del Conde (Parque Central) donde seleccionamos libros para la colección. Entre las obras que adquirimos, destacaría la colección de libros sobre textiles guatemaltecos editados por el Museo Ixchel del Traje Indígena. Posiblemente no hubiera comprado toda la colección dado que desconocía su importancia pero el hecho de que el profesor resaltara la calidad de estas publicaciones me animó a comprarlos para la biblioteca.

 
Durante mi estancia en Antigua,  visité el CIRMA – Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica, una fundación guatemalteca no lucrativa dedicada al “rescate y conservación del patrimonio histórico, visual y documental de la región mesoamericana, con énfasis en Guatemala. “ Luisa Escobar (Directora de la biblioteca),  Anaís García (Directora de la Fototeca) y Thelma Porres (Directora del Archivo Histórico) me ofrecieron una visita detallada a estas tres áreas del centro. El archivo histórico contiene 121 colecciones, haciendo especial hincapié en la época contemporánea a partir de 1944. Destacaría los diarios como El Imparcial, el archivo de Inforpress Centroamericana, las colecciones relacionadas con el conflicto armado interno en Guatemala y los archivos personales de los presidentes Juan José Arévalo Bermejo (primer presidente elegido democráticamente en Guatemala) y el de su sucesor Jacobo Arbenz Guzmán.  La Fototeca Guatemala es el repositorio fotográfico más importante del país y cuenta con más de un millón de fotografías.

A Luisa y Anaís muchos las recordarán por su participación en la conferencia de SALALM LXI en Charlottesville, Virginia.  Su participación llevó el título de “Retos de la difusión del patrimonio documental guatemalteco en la era digital.”

 

Más adelante en mi periplo guatemalteco, tuve la suerte de poder visitar la Biblioteca Nacional gracias a una invitación de su directora, la Licda. Ilonka Ixmucané Matute Iriarte. Haroldo Zamora, subdirector de la Biblioteca Nacional, me organizó una visita en profundidad a sus instalaciones de las que destacaría su fondo antiguo. Guatemala no cuenta con un sistema de bibliotecas públicas y, por lo tanto, instituciones como la Biblioteca Nacional realizan también una importante labor propia de bibliotecas públicas con servicios como una sección infantil. Actualmente sigue en trámite una Ley General de Bibliotecas para el país. Como nota curiosa, durante los días de mi viaje, Jayro Bustamente, director de Ixcanul - uno de los recientes éxitos del cine guatemalteco en festivales internacionales -  se encontraba rodando su nueva película dentro de la misma Biblioteca Nacional.

Del 17 al 19 de julio, participé en un taller de profesionalización de bibliotecarios “Bibliotecarios para el Cambio” organizado por la FILGUA y las Bibliotecas Comunitarias Riecken. Al taller se inscribieron 100 bibliotecarios provenientes fundamentalmente de bibliotecas públicas y comunitarias pero también universitarias, escolares y de la Biblioteca Nacional. Las jornadas se centraron en el papel social para el cambio de las bibliotecas.  Resultó muy enriquecedor el intercambio entre bibliotecarios de distintos tipos de bibliotecas. Me hizo reflexionar sobre cómo entre todos podemos acercarnos a la ciudadanía y aunar esfuerzos desde nuestros distintos espacios. Mi presentación en el taller trató de ofrecer algunas ideas prácticas sobre cómo acercarnos a nuestras comunidades de manera efectiva: “Conectándonos con la Comunidad Local en Entornos Digitales y Presenciales

 
Participantes del taller de profesionalización de bibliotecarios “Bibliotecarios para el Cambio”. De izquierda a derecha: Valentina Santacruz (Asociación Bibliotecológica de Guatemala), María de los Ángeles Trujillo Guerrero (IBBY México), Raúl Figueroa Sarti (Presidente de la Feria Internacional del Libro en Guatemala (FILGUA) y fundador de F&G Editores) y al fondo Jesús Alonso-Regalado (bibliotecario de la Universidad de Albany, SUNY)[/caption]

Esta edición de la FILGUA se dedicó a “El Mundo de Asturias”, conmemorando el 50 aniversario de la entrega del Nobel de Literatura a Miguel Ángel Asturias. Su hijo estuvo presente durante el taller y nos hizo entrega a los participantes de dos libros de su padre recientemente publicados (véase imágenes de las portadas en la imagen izquierda)
La XIV Feria International de Libro en Guatemala (FILGUA) tuvo lugar del 13 al 23 de julio de 2017 en Ciudad de Guatemala. La generosa invitación que recibí de la FILGUA me permitió seleccionar materiales para mi biblioteca durante tres días. Mi primera impresión fue de sorpresa. Me esperaba la feria más pequeña y pensaba que en un día la iba a poder recorrer con detalle pero me di cuenta pronto que para ver cada stand con detalle, libro por libro, tomaría al menos dos días completos.  Cerca de 70 expositores participaron en la feria.

Destacaría las siguientes editoriales que publican libros guatemaltecos de interés para bibliotecas universitarias:

  • Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales en Guatemala (AVANCSO). Colecciones de interés son: Cuadernos de Investigación, Autores Invitados, y Textos para el Debate que presentan investigaciones tanto históricas como propias del campo de las Ciencias Sociales. Entre sus novedades señalaría Cadáveres de papel: los archivos de la dictadura en Guatemala y La violencia de antes está adelante…” Mujeres indígenas: su relación con la violencia y “las justicias”. Entre las publicaciones de su catálogo histórico, me gustaría señalar sus libros sobre el racismo en Guatemala y las obras del jesuita Ricardo Falla.
  • Catafixia Editorial. Especializada principalmente en literatura pero también publica libros en otros géneros como aquellos incluidos en su colección Memoriales, dedicada a la publicación de documentos y fuentes primarias para el estudio de la historia guatemalteca. Esta editorial cuenta ya casi con una década de trayectoria. Las ediciones de sus libros son cuidadas con mimo
  • Cholsamaj. Esta fundación publica libros especializados en lenguas, culturas y literaturas mayas. Universidades con profesores especializados en lenguas mayas deberían contar en sus bibliotecas con toda su extensa producción de diccionarios, gramáticas y otros materiales fundamentales para conocer estas lenguas.
  • Editorial Cultura. Sello oficial del Ministerio de Cultura y Deportes del Gobierno de la República de Guatemala. Su principal objetivo es difundir la literatura guatemalteca. Novedad destacable: Estética y política de la Interculturalidad: El caso e Miguel Ángel Asturias y su construcción de un sujeto popular interétnico y una nación intercultural democrática
  • F & G Editores. Editorial y distribuidora internacional, iniciada en 1993 (el próximo año celebrarán su 25 aniversario), que se ha consolidado como una editorial fundamental del libro guatemalteco. A lo largo de su trayectoria ha configurado un catálogo rico en títulos destacables tanto en las humanidades como en las ciencias sociales además de publicar obras importantes de autores literarios guatemaltecos. De sus novedades en lengua original publicadas durante el 2017 destacan Ru'x, Recuperar la política o perder el país. Las reformas desde el Congreso de la República y la segunda edición de Desde el cuartel: otra visión de Guatemala.
  • FLACSO Guatemala. La sede de la  Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en Guatemala ha celebrado su trigésimo aniversario este año. A lo largo de este tiempo, su editorial ha formado un catálogo de calidad caracterizado por libros académicos rigurosos siguiendo métodos de investigación concienzudos. Entre sus novedades señalaría La guerra fría y el anticomunismo en Centroamérica.
  • Piedra Santa. Editorial con una trayectoria de sesenta años. Su catálogo se especializa en el libro infantil, ensayo popular y literatura. Para bibliotecas universitarias, su producción de mayor interés serían sus libros de literatura guatemalteca.

Las dos editoriales universitarias más prestigiosas del país  también estuvieron presentes en la FILGUA:

Algunas editoriales guatemaltecas dignas de mención no tuvieron un stand propio pero sí estuvieron representadas en espacios de librerías y distribuidores. Es el caso de las editoriales académicas de la  Universidad del Valle de Guatemala,  la Universidad  Francisco Marroquín,  y la Universidad Mesoamericana con varias publicaciones dedicadas a Mesoamérica, entre ellas una edición del Códice Madrid. Ejemplos de producción editorial privada serían el  Museo Ixchel del Traje Indígena  que publica libros de calidad sobre el textil guatemalteco y la editorial Serviprensa con novedades como el libro El Patio Trasero, reconstrucción de los sucesos políticos que sucedieron en Guatemala durante 2015 y que provocaron la caída del gobierno del exmilitar Otto Peréz Molina. Por último, me gustaría destacar el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales especializado en investigaciones y análisis técnicos de material fiscal en América Central. Sus publicaciones se distribuían en la FILGUA gratuitamente en papel y también se encuentran disponibles en libre descarga desde su página web.

El libro electrónico no tiene una presencia que se note en la FILGUA. Esto puede ser debido a que el libro digital todavía no se ha desarrollado suficientemente en las editoriales guatemaltecas. Sin embargo, digno de mención son proyectos digitales como Memoria Virtual Guatemala. Tuve la oportunidad de acudir a una de sus presentaciones en su stand de la FILGUA. Se trata de un proyecto realizado por un conjunto de organizaciones guatemaltecas que facilita el acceso a información relacionada con la memoria histórica y el conflicto armado en Guatemala.  Este esfuerzo es admirable. Aúna un creciente número de objetos digitales con un robusto sistema de búsqueda.

La presencia de la producción editorial de otros países es mínima para una feria que se precia de ser un evento de ámbito internacional. No existe actualmente ninguna feria del libro que se haya consolidado como el evento ineludible para los bibliotecarios interesados en adquirir libros centroamericanos. Esperemos que ferias como la FILGUA puedan llenar este vacío en el futuro. Dicho esto, los stands de la Cámara Salvadoreña del Libro, el Instituto de Historia de Nicaragua (IHNCA) y de la editorial costarricense Uruk Editores me permitieron adquirir algunas novedades interesantes publicadas en estos países. Fuera del ámbito centroamericano, hay que alabar los esfuerzos de Chile por estar presente en un gran número de ferias del libro latinoamericano. La representación de la producción editorial chilena en la FILGUA fue discreta pero permitió acercarse a algunas de sus novedades.

El principal objetivo de la FILGUA es contribuir a desarrollar el hábito de la lectura en Guatemala y lograr la libre circulación del libro guatemalteco. Creo que este objetivo lo cumple con creces. La FILGUA no sólo es una feria sino un gran evento cultural que se acerca al público guatemalteco a través de foros,  mesas redondas, conferencias, cuenta cuentos, teatro, cine, danza, y presentaciones de libros, entre otras actividades. Es una feria alegre llena de niños y jóvenes a los que se les acerca al mundo del libro, la lectura y la cultura.

Para aquellos bibliotecarios que estén pensando en planear un viaje de adquisiciones en Guatemala, sugiero acudir a algunas de las librerías existentes en la Ciudad de Guatemala. Todas ellas cuentan con stand en la FILGUA pero merece la pena visitarlas fuera de la feria para poder seleccionar entre una mayor variedad de libro:

Solo tuve la oportunidad de visitar las librerías SOPHOS y Artemis. La librería SOPHOS cuenta con un excelente fondo de libros publicados en Guatemala y una buena selección de cine guatemalteco. Ojalá que otros bibliotecarios en el futuro puedan visitar las librerías que no tuve tiempo de conocer y compartan sus impresiones.

Por último, me gustaría animar a los bibliotecarios interesados en adquirir libros guatemaltecos a visitar la FILGUA. Merece la pena conocer su producción editorial de primera mano, conocer a sus editores, las librerías y en general el ecosistema del libro en Guatemala.

*Este viaje de adquisiciones fue posible gracias al apoyo de la FILGUA y la Universidad de Albany, SUNY.

Jesus Alonso-Regalado, University at Albany, SUNY, jalonso-regalado [AT] albany [DOT] edu

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